sábado, 21 de noviembre de 2020


viernes, 22 de febrero de 2019

Amigos imaginarios de mi hijos - angeles de la guarda



Por grandes que sean las diferencias de criterio entre los especialistas en el mundo infantil, existe consenso en que los primeros siete años son cruciales para el desarrollo y maduración futuros. La intensidad y audacia en los juegos y relaciones, sea con amigos reales o «invisibles», es una muestra de receptividad hacia el mundo espiritual. 
Generalmente se piensa que, a medida que el niño se va familiarizando con el pensamiento racional, pierde buena parte de la frescura e inocencia que caracterizaban esos años. Sin embargo, en el libro Children and Angels (Los niños y los ángeles) la escritora británica Clennyce S. Eckersley ofrece otra visión del mundo de los adultos, pues ella opina que nunca se llega a perder del todo ese don infantil.

Los investigadores británicos David Hay y Rebecca Nye llevaron a cabo un estudio durante tres años sobre la espiritualidad de la infancia y descubrieron que la mayoría de los entrevistados tenía creencias profundas y experiencias espirituales significativas desde edades muy tempranas. 
Los niños están convencidos de que poseen su propio ángel de la guarda y no cuestionan la misión de estos seres. Y los más pequeños, con independencia de su origen cultural, hablan de los ángeles con total naturalidad, como si se tratara de amigos de toda la vida.


En muchas sociedades se cree que los bebés de pocos meses poseen la capacidad innata de «ver» más allá de nuestra dimensión física. Este don clarividente desaparece gradualmente con la edad y al llegar a los doce años se han perdido todos o casi todos los vínculos con el mundo espiritual. 
En la investigación preparatoria de este reportaje he escuchado y leído relatos de muchos padres convencidos de la profunda afinidad existente entre niños y ángeles. Por lo que se refiere a los más pequeños, los padres coincidieron al describir una escena que se repite con frecuencia: el bebé mira fijamente a un punto de la habitación, generalmente el techo, y en un momento dado sonríe o ríe, como respuesta a alguna forma de comunicación invisible; a menudo extiende sus manos hacia arriba, como si esperara que un ser invisible le cogiera en brazos.

lunes, 11 de febrero de 2019

Oración a San Miguel Arcángel contra todo enemigo y sus maldades

 
¡Oh glorioso arcángel San Miguel!
el más próximo a la Divinidad
y el más poderoso defensor celestial,
símbolo de la lucha y la victoria sobre el mal,
arcángel puro y perfecto,
haz que permanezcamos fuertes ante la adversidad,
para que sepamos encontrar nuestra luz interior,
guíanos y protégenos en nuestros caminos
y con tu virtud ampáranos todos los días de nuestra vida...

Te rogamos nos ayudes:
 
En unión con los Serafines
obtennos la gracia de abandonar el pecado
e inflama en nuestros corazones el Santo Amor de Dios.
 
En unión con los Querubines
defiéndenos de los asaltos, de las sugestiones,
incitaciones y tentaciones del enemigo
y derrama en nuestras almas el espíritu de la Humildad.
 
En unión con los Tronos
nunca permitas que seamos oprimidos y esclavizados
por los espíritus del mal,
por tiranías, abusos e injusticias,
por hechicerías y brujerías,
y concédenos la gracia de dominar nuestros sentidos
y corregirnos de nuestros malos hábitos.
 
En unión con las Dominaciones
protege nuestra fe y danos sabiduría y prudencia.
 
En unión con los Poderes atiende nuestras necesidades
y concedernos una actitud generosa
para dedicarnos al servicio de los demás.
 
En unión con las Virtudes libéranos de nuestros adversarios,
de los falsos testimonios, de las malas lenguas,
de las humillaciones y vejaciones,
de las envidias, intrigas y rencores,
de los celos y los malos tratos,
de los agresores y violentos, de los depravados y viciosos,
de las desdichas y desgracias…
y de todo mal que el enemigo utilice
para herirnos y atormentarnos.
 
En unión con los Principados
concédenos el deseo tenaz de liberarnos,
tanto a nuestras familias,
como a todos los que nos rodean y a nosotros mismos,
de enfermedades corporales y mentales
 y sobre todo espirituales.
 
En unión con los Arcángeles haz que el Señor nos ayude
a ser testimonios vivos de Cristo,
llevando una vida pura, llena de gozo en el Amor Divino
y que seamos capaces de transmitirla,
mediante nuestros, actos a los demás.
 
En unión con los Ángeles protégenos durante esta vida,
asístenos en nuestra agonía
y condúcenos inmediatamente al cielo
para compartir con ellos
la contemplación de la Gloria Eterna de Dios.

Así sea.

Hacer la petición.

Rezar el Credo,
tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.