Devocional tiempo con Dios, Lectura Bíblica: “Porque he aquí que yo te he
puesto en este día como ciudad fortificada, como columna de hierro, y como muro
de bronce contra toda esta tierra, contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus
sacerdotes, y el pueblo de la tierra. Y pelearán contra ti, pero no te
vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte.” Jeremías
1:18-19
Servicio de introducción a forma de explicación.
La madera puede sufrir el ataque de distintas plagas que destrozan su
estructura y capacidad de resistencia.
Las principales plagas son los hongos e insectos que se alimentan de ellas.
El alimento principal de estos insectos es la celulosa, componente principal de
la madera.
El signo más evidente de su ataque es la presencia de pequeños agujeros por
los cuales penetra y así realizan túneles y galerías afectando su estructura
durante el crecimiento y desarrollo de la colonia.
En cualquier caso, la madera atacada no presenta daño aparente ya que su
superficie suele quedar intacta, lo que dificulta su detección temprana.
Y quizás te puedas preguntar y que conmigo esto, si yo no soy carpintero y
no tengo nada que ver con la madera.
Y no es así al igual que la madera es afectada por estas plagas, nuestra
vida puede ser afectada por plagas pero que atacan en el orden espiritual.
Siendo así como te titulaba en esta noche solo existen dos posibilidades
ser un leño o una columna, pero para ello debemos decidir que queremos ser cada
uno de nosotros.
Te comentaba que la madera es atacada y podemos observar pequeños agujeros
que pueden parecer insignificantes, así mismo actúa el enemigo entrando por
pequeños portillos que le dejamos en nuestra vida y cuando está dentro comienza
a cavar túneles y corromper todo a su paso.
En la madera es difícil detectar en poco tiempo pues afecta el interior y
no así el exter
El enemigo solo ha venido para matar, hurtar y destruir afecta nuestro
interior y no nos percatamos con facilidad, Alegamos estar bien, pero no es
así.
Te quiero mostrar características típicas de que el comején espiritual te
está afectando:
Te resulta muy difícil abrir la Biblia para nutrirte de ella.
Los tiempos espirituales son aburridos o carecen de valor.
La búsqueda del Señor no es tan necesaria.
Preferimos charlar con el vecino que contar con nuestro Dios sobre nuestras
necesidades.
Valoramos más la ayuda terrenal que la divina.
No sientes deseos de orar.
Cuando el comején afecta la madera suele aparecer pequeñas partículas las
cuales dentro de la madera emiten un sonido el cual delata su estado de
afectación.
En nosotros también estas condiciones anteriormente expuestas delatan
nuestro estado espiritual y con esta actitud lo que estamos haciendo es
permitirá nuestro adversario cavar más hondo sus túneles en nosotros como
sucede con el comején en la madera.
Cuando la madera está en esta condición solo será usada como leña para ser
quemada sin poder tener otro uso. Por lo general la leña suele estar
desprovista de resina es decir que el grado de pudrición es perceptible de ahí
que resulte más fácil que esta pueda arder.
Sin embargo, cuando la madera posee todas sus características intactas
puede tener varios usos. En la medida de su firmeza y altura puede ser usadas
como columnas.
Pero como te mencionaba en el texto áureo el profeta Jeremías expresaba que
Dios nos había colocado como Columna con la función de sostener y soportar una
gran carga.
Dios nos quiere colocar como esas columnas, pero para ello es necesario que
le permitamos obrar a Dios en nuestras vidas.
Pero ustedes pueden creer que no siempre esto sucede en la madera.
Entonces no podemos preguntar es posible evitar que estas plagas afecten.
Primeramente, todo carpintero experimentado nunca permite que la madera se
seque en lugares húmedos por el contrario se debe realizar a la sombra para
evitar surjan grietas por un secado acelerado además la temperatura debe ser
contante.
Para ello te será necesario ser constante en tu búsqueda con el Señor y así
mantener una temperatura espiritual estable. De igual forma podemos ser
afectados cuando nuestra relación con Dios es defectuosa y por ende nuestras
fuerzas decaen permitiendo la entrada del maligno. Cuando nos mantenemos en el
calor del fuego de Dios es decir en el primer amor tenlo por seguro será
imposible que aparezcan grietas en nuestras vidas.
El carpintero evita amontonar la madera para que esta no se deforme
producto del peso de las otras maderas.
Cuando las compañías que nos rodean no son las más correctas tenlo por
seguro más temprano que tarde nuestra relación con Dios se verá afectada.
“No erréis; las malas
conversaciones corrompen las buenas costumbres.” 1 Corintios 15:33.
Cuando permanecemos en Dios el no permitirá que adquiramos deformaciones,
si nos mantendremos firmes sin fluctuar.
El carpintero en ocasiones requiere realizar fumigación con plaguicidas
para evitar que estas plagas penetren y afecten la madera.
Si nos nutrimos de la palabra de Dios y permitimos que el Espíritu Santo
haga su obra en nosotros su efecto será el mejor plaguicida para evitar los
embates del maligno en nuestra contra.
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. (Santiago
4:7)
Por otra parte la madera en la medida que se va secando en las condiciones
óptimas comienza a producir un aceite el cual lo identifica como una m adera
optima perfecta para usar por el carpintero.
Este aceite es la misma presencia del Espíritu Santo en cada uno de
nosotros y no es nadad mas que su gracia derramada en nosotros la cual permite
que tengamos frutos.
En la medida que seamos capaces de permitir al Espíritu Santo obrar en
nosotros dejaremos de ser un trozo de leño inservible y podrido para
transformarnos en el madero recto, vigoroso y esbelto que requiere el
carpintero para poder ser la columna que Dios quiere que tú y yo seamos.
Dios como les decía no nos quiere como Leña sino como columnas tanto dentro
como fuera de la iglesia.
Seamos columnas para ser ejemplo en el trabajo, la iglesia, el hogar.
Tienes un legado que dejarle a tus hijos y nietos procuremos ser el ejemplo
a imitar y no el que a toda costa quieran evitar.
Muestra el camino a seguir con tu rectitud.
Seamos la columna firme que sostenga tus hijos, tu esposa, tu familia.
Cuando muchos esperen de ti una respuesta brusca se tú el que traiga
palabra de aliento, amor y esperanza.
En esta noche te exhorto a que tomes la decisión de pedir al Señor que
moldee nuestras vidas, nos transforme con el único fin de ser las columnas que
Dios quiere que tú y yo seamos.
En fin, procura ser columna erguida y no leño caído.
Creditos: Central de Sermones