Ser fuertes,
valientes, entusiastas y con gran tenacidad es lo que deseamos ser, para
conseguir todo lo que queremos, para sentirnos bien con nosotros mismos, para
avanzar siempre a mejores circunstancias. Lamentablemente, no siempre tenemos
ese ánimo e ímpetu, no siempre tenemos esa motivación, incluso la fe y la
esperanza se nos quedan cortas en determinados momentos. Quiero decirte que es
algo natural y que nos pasa a todos, primero debes mantener la calma y no
sentirte defraudado de ti mismo, luego debes hacer lo necesario para recuperar
esas “ganas” de luchar, de vivir y de conseguir tus objetivos.
¡Que, si has de
perder el aliento, sea de entusiasmo, de emoción, que se corte tu respiración,
de felicidad, pero no de desánimo!!! ¡Estar desanimados nos resta mucho, nos
quita energías, nos quita creatividad, nos quita liderazgo, nos quita esa parte
de divinidad que todos tenemos!!! Así, que empieza ahora mismo a renovar tu
ánimo, tu fe y optimismo:
1.- Mantente
Agradecido: a primera hora de la mañana, que lo primero que venga a tu mente es
la palabra “Gracias”. Enumera en tus pensamientos todas esas cosas hermosas que
tienes, todas esas bendiciones y verás que son muchas. Nada podrá motivarte más
que eso. Repite este ejercicio en las noches, haciendo un repaso mental por lo
bueno que tuviste en tu día.
2.- Ayuda a
otros: pueda que te parezca raro que si te sientes desanimado, te aconsejemos
ayudar a otro cuando posiblemente pienses que quien más necesita ayuda eres tu
mismo. Pero es que hacer el bien a otras personas, tiene un efecto casi
terapéutico, nos hace sentir mejores instantáneamente y nos mantiene ocupados
de la negatividad en nosotros mismos, nos sentimos útiles y de valía para los
demás y eso es muy especial.
3.- Perdónate:
algo que debes hacer para poder avanzar y sortear la desmotivación, es
perdonarte de manera muy sincera. No seas tan rudo contigo mismo, no te
recrimines tanto por tus errores, fracasos y haber perdido determinada
oportunidad. Tienes la capacidad de mejorar tu vida, y es sólo cuestión de que
lo decidas.
“Todos le temían,
pero David nunca llamó a David “Gigante”. Ningún problema merece calificativos
de grandeza”
Esta es una
hermosa frase, que nos recuerda que siempre debemos poner en perspectiva las
cosas que nos suceden, y ante todo no darles mayor importancia de la que en
verdad tienen. Cada problema tiene su solución y podremos verla más claramente
si mantenemos la calma, la fe y la esperanza en que todo puede cambiar con
nuestra decisión.
“Dios es experto
en cambiar lágrimas por sonrisas, tristezas por alegrías y problemas por
bendiciones”
Todo cambia
cuando comenzamos a entender que las dificultades y las cosas aparentemente
difíciles que nos suceden, son principalmente, lecciones que debemos aprender,
que cada situación nos puede hacer mucho más fuertes y que en cada
circunstancia tenemos la oportunidad de crecer y ser mucho mejores.
“Ya no puedes
cambiar tu pasado pero con ayuda de Dios, puedes cambiar tu futuro”