miércoles, 4 de noviembre de 2020

Hermosa historia para creer en los angeles de Dios

 


No es inusual escuchar relatos de bebés que han sobrevivido milagrosamente tras caer de pisos altos, o en accidentes de tráfico donde mueren los padres pero los pequeños se salvan. 

Son muchos los que no dudan en atribuir estos sucesos a los ángeles de la guarda. Un ejemplo de este tipo de «rescate angélico» ocurrió en el verano de 1998 en Inglaterra, cuando un hombre llamado Jack llevó a su nieto de trece meses a dar un paseo en coche.

Por razones desconocidas, Jack perdió el control del coche y cayó por el precipicio que había a un lado de la carretera. 

Fue lanzado fuera del vehículo y murió en el acto. Su nieto permaneció dentro del coche durante 72 horas, hasta que fue encontrado vivo y en buen estado de salud por un joven que hacía senderismo en la zona. El coche estaba oculto por una maleza muy espesa y protegido de los rayos del Sol y las inclemencias del tiempo. Durante la vista judicial del caso, todo el mundo hablaba de un milagro, incluso la magistrada. 

También el policía encargado de las investigaciones dijo que algo o alguien que no era de este mundo había cuidado del niño, salvaguardando su vida.


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